Estrictamente la existencia de cianosis cadavérica y su intensidad dependen de la proporción de oxihemoglobina y hemoglobina reducida existente en la sangre del cadáver; a mayor proporción de la segunda, mayor intensidad de la cianosis.
Este hecho, que es propio de los estados anóxicos, sólo tendría valor cuando el examen del cadáver es suficientemente precoz, pues la sangre cadavérica va perdiendo progresivamente el oxígeno, y 24 horas después de la muerte, la cianosis puede ser un fenómeno post mortal inespecífico. Por otra parte, en épocas frías del año, las livideces cadavéricas de cuerpos cionasados, asumen un color rosado, que enmascara el fenómeno de la cianosis.
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